domingo, 31 de marzo de 2013

De latir.

Otra vez era ésto.
Hoy es nada.

Poblar, poblar silencios.
Poner
nombre a los espejos.

Así que era ésto.
No lo recordaba así.

Ayer... Antes de ayer...
Fueron otra cosa,
eran
el reloj en estampida,
las mil máscaras,
ese cercano vacío.

No hubo más,
pero
cada batir de manos
era una promesa.


No hay comentarios:

Publicar un comentario