viernes, 17 de mayo de 2013

De otros ahoras


Este momento de silencio
la vida sigue lacerando,
el futuro se prodiga idéntico,
el ayer nunca llegó del todo
y el presente es esta nada.

Asumo
cada error,
cada consecuencia.
Polvo al polvo
tiempo al tiempo
como siempre
y a esperar a mañana
si es que existe.

Pero
en este momento de silencio,
en este preciso momento de silencio
donde no caben las palabras,
donde apenas quepo
sólo quiero
 cerrar los ojos, nada más
y que no duela,
sólo arrancar
la dulce y cálida espina,
el triste pétalo,
la raíz.

Arrancar todo,
arrancarme todo,
en este momento de silencio,
en este
preciso instante de silencio,
cuando todo calla,
cuando todo cae,
cuando solo quiero
ser olvido,
ser polvo,
disiparme,
dispersarme,
fundirme
y al fin borrarme,
descansar,
no saber
que todo fue en vano,
que todavía persiste el ruido,
que este ahora,
que nada escucho,
que aprieto los ojos,
que contengo lágrimas y aliento,
que ya apenas puedo
contener mis manos,
no existe.
Simple y llanamente
no existe.

Nunca, nunca, ha parado el ruido,
nunca ha habido otra cosa que tormenta,
no se han concedido treguas todavía.
y yo...
Yo no sé vivir en un mundo sin magia.
Apenas si puedo
sobrevivirme aquí dentro,
ahí fuera,
todo tan perfecto,
todo tan redondo,
todo tan idóneo
todo tan
este momento de silencio,
este preciso instante de silencio
en que el estruendo me devora,
en que los truenos me devoran,
en que la marejada me devora,
en que la vida me devora
y yo solo quiero
nada
la más completas de las nadas
la nada suprema
inimaginable
donde al fin sentarme,
descansar,
sin mirar atrás,
sin mirar delante,
sin mirar al suelo,
sin mirar al cielo,
sin cerrar los ojos,
sin apretar los puños,
sin contener la rabia,
sin contener la risa,
sin contener las lágrimas,
solo
sin saber que estoy solo,
sin saber qué solo estoy.


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